Trabajo Exegético.
Por Amílcar López López.
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2 de Pedro 1:16-21.
I.- Lectura del Contexto.
1.- Autor.
a)
Evidencia externa: Algunos han comentado que la
autenticidad de la segunda carta del Apóstol Pedro carece de evidencia externa,
como cualquier otra carta del Nuevo Testamento.
“La
Versión Siríaca Antigua (la PeschitoJ no la incluyó (pero sí aparece en la
Versión Siríaca Posterior). 2 PEDRO era parte de la colección de libros llamada
la Antilegomena palabra griega compuesta de "contra" y
"decir"; o sea libros "disputados" sin embargo esto no puede
tener mucho peso, ya que se necesita tener más escritos antiguos que digan lo
mismo. En este caso, tenemos el testimonio de manuscritos más antiguos que la
versión Siriaca. Entre ellos están los siguientes manuscritos: “el Sinaítico (año
350), el Vaticano (325-350) y
el Alejandrino (450). El concilio de Laodicea (año 366), el de
Hipona (393) y el de Cartago (397)” Estos incluyen la segunda carta del apóstol
Pedro, en el canon.
Ahora
bien, en cuanto a las pruebas externas
de la autenticidad son irrefutables. Autores tan diversos como Clemente de
Alejandría, Ireneo de Lyon, Tertuliano de Cartago, afirman que es de Pedro.
Eusebio afirma que Papías y Policarpo la conocían y la citaban. Así, desde el
principio, esta epístola ha sido confirmada por evidencias indiscutidas.
b)
Evidencia interna.
La
evidencia interna de su autenticidad es de peso. Pedro reclama ser el autor, y
se expresa en el versículo uno de una
manera que ningún autor falso lo haría. En
el capitulo 3:1nos dice que ya había escrito a los mismos lectores a quienes se
dirigió en 1 Pedro. Se nombra a si mismo "Simón
Pedro..."(1:1), afirma haber sido testigo de la Transfiguración (1:16) y
haber recibido de Cristo la predicción de su martirio (1:14 Jn 21:19) Se pone
en un plano de igualdad con Pablo (3:15). No hay duda alguna que el apóstol
Pedro haya escrito esta carta.
Heverett
Harrison, nos dice: Un punto de partida conveniente es Orígenes (cerca del año
240), ya que él es el primero, según las fuentes conocidas, en atribuir la obra
a Pedro. Su testimonio es el siguiente: "Pedro ha dejado una epístola
reco-nocida, y quizás una segunda; ya que esto es disputado".
Estando
convencidos de la autenticidad de esta carta, veamos entonces la fecha de este
escrito.
2.- Fecha.
Algunas
posibles conclusiones de que esta carta fue escrita en el
66 o 67 D.C. son estas:
v
Pedro
ya era de grande edad cuando la escribió (1:14; Jn. 21:18,19).
v
Se
cree que Pedro fue muerto al fin del año 67, o a principios del 68, en el año
decimo tercero de Nerón.
v
Si
no todas; la mayor parte de las cartas de Pablo ya habían sido escritas (3:15-16). Estas cartas fueron escritas entre el año 62
(1 Tes.) y el 66 (2 Tim.). Había pasado suficiente tiempo para que fuera
pervertida por algunos, la enseñanza de
algunas cartas, como lo dice Pedro en el capitulo 3:16.
Desde
luego es imposible fijar una fecha exacta. Everett Harrison dice: “Si se acepta
que 2 Pedro es obra del apóstol, entonces una fecha cercana el año 64 es la más
probable, poco antes de su martirio”
3.- Los
destinatarios.
El
escritor del libro de Piedra en Piedra comentando al respecto dice: “Probablemente
fue dirigida a los mismos cristianos de la primera carta. ‘Es una carta escrita
a personas que se estaban enfrentando a dificultades y problemas” esto es probable, ya que
en el capitulo tres nos dice algo de esto.
Simón
kistemaker dice: “La segunda epístola de Pedro parece ser una epístola general
no dirigida a ningún grupo en particular” En 2 Pedro, sin
embargo, el escritor se dirige a los lectores personalmente. Declara que “ésta
es ya la segunda carta que les escribo” (3:1). Si interpretamos estas palabras
como una referencia a 1 Pedro, podemos llegar a la conclusión de que los
lectores residen en el Ponto, Galacia, Capadocia, Asia y Bitinia.
Además,
los lectores conocen las epístolas de Pablo (3:15–16), porque algunas de las
cartas de Pablo fueron escritas a los cristianos que vivían en el Asia Menor.
Ahora
bien, suponemos tal como lo dice kistemaker: “Como en 1 Pedro, suponemos que
los destinatarios de 2 Pedro eran tanto cristianos judíos como cristianos
gentiles. Basados en el contenido de 2 Pedro no podemos establecer distinción
alguna entre cristianos de origen judío o de origen gentil. Por ejemplo, en 2
Pedro detectamos el uso y fundamentación en el Antiguo Testamento que también
es evidente en 1 Pedro. En ambas epístolas el escritor cita el Antiguo
Testamento y hace alusiones al mismo; en ambas cartas menciona el diluvio del
cual Noé y su familia fueron protegidos; y en ambos documentos enseña la
doctrina de la inspiración divina.” Podemos concluir entonces,
que los destinatarios de la segunda carta, son los mismos a los que se dirigió
Pedro en su primera carta.
4.- Lugar de
escritura.
Ray
C. Stedman, comentando al respecto nos dice: “Es muy factible que esta epístola
fuese escrita en el mismo lugar que la primera, cuando Pedro se hallaba
prisionero en Roma, posiblemente por orden de Nerón” es posible afirmar que
esta carta fue escrita desde Roma, ya que Pedro dentro de su carta anuncia su
muerte, tal vez porque su vida se hallaba
en peligro.
La
opinión de algunos eruditos respecto al lugar de donde se escribe la carta,
es Roma. Everret Harrison nos dice: “Si se acepta la genuinidad de la obra, Roma
es el lugar de origen más probable.”
Realmente no podemos afirmar el lugar de donde se escribe la carta, solo
suponemos que fue desde Roma.
5.- Propósito.
Peter
comenta lo siguiente: “La primera carta
presenta claramente, al igual que la segunda, que el propósito del Apóstol al
escribir ambas cartas era consolar, alentar y fortalecer a estas personas. Se
enfrentaban a dificultades, tanto externas como internas, porque su mundo, como
uno nunca se cansa de señalar, era un mundo muy parecido al nuestro” esto es inobjetable, ya
que las circunstancias que rodean todas las cartas, tenían y tienen como
propósito fortalecer la vida de los cristianos que de una u otra manera son
perseguidos. Sobre todo en el siglo primero, el declararse un seguidor de
Jesucristo, era como condenarse a la muerte.
Sin
embargo el propósito de la carta no se limita solamente a eso, ya que las iglesias se enfrentaban a problemas
aun más serios; y esto tenía que ver con
la falsa doctrina que estaba amenazando la fe de los cristianos.
Pedro
trata de esto en el capítulo 1, incitando a sus lectores a entender
adecuadamente la preciosidad de la fe, la cual debería producir en ellos una
vida moral completamente cristiana (1:3-11). Luego les recuerda la autoridad de
la Escritura (1:12-21) sobre la cual descansa esta fe cristiana. ‘El motivo especial
de este fuerte énfasis en una vida moral sana, y en la autoridad que la
sostiene, se hace evidente en los últimos dos capítulos de la carta. Habían
descuidado la santa manera de vivir, y ciertos falsos maestros menospreciaban la autoridad apostólica y escritural. La
actividad de estos maestros se describe, en parte, como en el futuro y, en
parte, como en el presente. Su venida se predice a veces como algo de lo cual
hay que advertir a los lectores, y a veces como si ya estuviera en el pasado.
Quizás la explicación sea que los falsos maestros ya habían estado actuando en
las iglesias desde las cuales Pedro estaba escribiendo o en otras que él
conocía, pero que todavía no habían llegado a los lectores de esta carta (J.
Gresham
Machen)
6.- Situación
Política y Religiosa.
La
persecución, muy tratada en la 1ª epístola, va a más. No obstante, no se menciona aquí pues hay un
nuevo peligro, aún mayor, que preocupa a
Pedro: la amenaza de los falsos maestros y su doctrina. Salir al paso de la doctrina de los Gnósticos. Enseñaban
que bastaba con la inteligencia para
conocer la salvación en Jesucristo (“gnosis”
es “conocimiento” en griego). Era posible aprender una sabiduría superior por medio de una serie de
iniciaciones sucesivas hasta alcanzar la
perfección.
F.F.
Bruce en su libro, la defensa apostólica del evangelio escribe: “Si la proclamación de Cristo crucificado fue
un escándalo para los judíos piadosos, fue una insensatez para los gentiles
sensatos, especialmente para aquellos que conscientemente se sentían herederos
de la cultura griega. Para ellos la cruz no constituyó un problema teológico
sino un obstáculo de orden práctico que les impedía pensar seriamente en el
evangelio. ¿Cómo podía esperarse que aceptaran a un Libertador, a un Guía y a
un Señor que no tenía ni los conocimientos ni el poder necesarios para salvarse
a sí mismo de semejante muerte ignominiosa?” Y con semejante defensa,
el evangelio presentó un desafío directo a la filosofía pagana, del mismo modo que
lo hizo a la ley del judaísmo, obviamente esto constituyo una amenaza a la
política de ese momento.
Si
el evangelio desafió hasta las manifestaciones más elevadas de la cultura
pagana, mucho más desafió a aquellas manifestaciones que eran ofensivas
especialmente a los ojos de los judíos y cristianos monoteístas, es decir, las
varias formas de la idolatría pagana. Aquí vemos, como en ninguna otra parte,
cómo la defensa de la verdad implica la refutación del error.
7.- Bosquejo de la
carta del Apóstol Pedro.
I. Saludos e introducción, 1: 1-11.
A. Saludos, 1: 1-2.
B. Exhortación, 1: 3-11.
II. Propósito de la
epístola, 1: 12-21.
A. Fortalecimiento de los
creyentes en la verdad presente, 1: 12-15.
B. Confirmación del Evangelio mediante un testimonio personal, 1: 16-18.
C. Confirmación del Evangelio por la profecía, 1: 19-21.
III. Advertencias contra
falsos maestros, 2: 1-22.
A. Falsos maestros y sus herejías
engañosas, 2:1-3.
B. Castigo de los impíos; liberación de los justos, 2:4-10 p.p.
C. Verdadera naturaleza de los falsos maestros, 2: 10 ú.p.-22.
IV. Segunda venida de
Cristo y preparación para recibirlo, 3: 1-18.
A. Referencia al testimonio de
los profetas y los apóstoles, 3: 1-2.
B. Los burladores refutados por los hechos del diluvio, 3: 3-7.
C. Certeza del regreso de Cristo, 3: 8-10.
D. Exhortación a vivir santamente en anticipación del advenimiento, 3: 11-18.
9.- Lectura
semántica.
v
Poder: fuerza, capacidad,
poder, capacidad de llevar cualquier cosa a cabo. Utilizado en sentido
absoluto, denota. Poder para obrar, para llevar algo acabo. Poder en acción.
v
(μυ̂θος,
fabulas), significa primeramente habla, conversación. La primera sílaba
procede de una raíz mu –, que significa cerrar, mantener secreto, estar
callado; de ahí derivan muo, cerrar (ojos, boca) y musterion, secreto,
misterio; de ahí, historia, narración, fábula, ficción (castellano, mito). Se
usa este término de los errores gnosticos y de las fábulas judaicas y profanas
y de las genealogías (1Ti_1:4; 1Ti_4:7; 2Ti_4:4; Tit_1:14); de historias
ficticias (2Pe_1:16) Se entiende por fábula la narración de pura ficción alegórica,
en que, por medio de la personificación de los seres irracionales, inanimados o
abstractos, se da una enseñanza útil y moral. En el Nuevo Testamento se usa la
palabra «fábula» para referirse a las religiones paganas y a las erróneas
enseñanzas que falsos maestros pretenden introducir en las comunidades
cristianas.
v
sofizo (σοφίζω, Artificioso), de sofos, sabio
(relacionado etimológicamente con sofes, sabroso). Significa en la voz
activa hacer sabio (2Ti_3:15; igual que
en la lxx en Sal_19:7, p.ej., «haciendo sabios a los
pequeños»; en 119:98: «Tú me has hecho más sabio que mis enemigos»). En la voz
media significa: (a) venir a ser sabio; no se usa así en el NT, pero se
halla en la lxx (p.ej., en Ecl_2:15, Ecl_2:19;
Ecl_7:17); (b) hacer el sofista,
actuar artificiosamente; se usa con este significado en la voz pasiva en 2Pe_1:16 : «fábulas artificiosas». La rvr77 lo vierte siguiendo el original
más de cerca, «ingeniosamente inventadas».
v
Majestad (de megas,
grande), denota grandeza, majestad. Se usa de Dios el Padre, significándose su
grandeza y dignidad, en Heb_1:3 : «la
Majestad en las alturas», y 8:1: «la Majestad en los cielos»; en Jud_1:25
se usa en una adscripción de alabanza reconociendo los atributos de
Dios: «majestad» significan "eminencia", "gloria",*
"dignidad", "esplendor", "grandeza",
"sublimidad", "grandiosidad", "glorioso",
"majestad"). El término
"majestad" aparece con mayor frecuencia en relación con Dios y su
obra.
v
parousia (παρουσία,), lit: presencia
(para, con, y ousia, un ser; de eimi, ser). Denota tanto una llegada como una
consiguiente presencia con. Otras palabras denotan la llegada. Parousia se usa
para describir la presencia de Cristo con sus discípulos en el monte de la
transfiguración (2Pe1:16). Cuando se usa del retorno de Cristo, en el
arrebatamiento de la Iglesia, significa no meramente su llegada momentánea por
sus santos, sino su presencia con ellos desde aquel momento hasta su revelación
y manifestación al mundo.
v
Monte: En la Biblia
significan, a veces, lugares sagrados, y simbolizan la eternidad, fuerza,
estabilidad, y reino mesiánico. El término monte, es empleado en las Escrituras de manera figurada. Las
montañas son símbolo de firmeza de
estabilidad, de solidez, Sal 30 (29),
7-8; 65 (64), 7. Los montes son testigos de las obras de Dios, Sal 114 (113), 4; de su juicio, Sal 98 (97),
8. La justicia de Dios es como las
altas montañas, Sal 36 (35), 6;
v
Antorcha: hacha o tea que
sirve para dar luz. Se usaban en la Antigüedad en todos los pueblos como
instrumentos de iluminación, y también los hebreos (Gn. 15:17; Jn. 18:3). A
veces las empleaban en las batallas y en los sitios de las ciudades (Zac.
12:6). Estaban hechas de materias resinosas, generalmente plantas o derivados
del betún. Las llamadas teas eran especialmente las usadas con fines guerreros
(Jue. 6:16, 20; 15:4); se usa también en sentido simbólico para indicar
iluminación espiritual (Jn. 5:35; 2 P. 1:19; Is. 62:21).
v profetikos (προφητικός,), de la profecía, o
relacionado con ella, o procediendo de un profeta. Con el cierre del canon de
las Escrituras es evidente que la profecía se ha acabado, en el sentido de
predecir el futuro. (1Co_13:8-9). El maestro ha tomado, en su medida, el lugar
del profeta, cf. el significativo cambio en 2Pe 2:1. La diferencia es que en
tanto que el mensaje del profeta era una revelación directa de la mente de Dios
para la ocasión, el mensaje del maestro es tomado de la revelación finalizada,
de las Escrituras»
v epilusis (ἐπίλυσις), de epiluo (epi,
arriba; luo, soltar) soltar, liberar, resolver, explicar. Denota una solución,
explicación, lit: una liberación (2Pe 1:20 : «de interpretación privada»); esto
es, los escritores de las Escrituras no impusieron su propia construcción sobre
las palabras «divinamente inspiradas» que registraron.
v fero (φέρω), llevar, traer. Se
traduce «siendo inspirados» en 2Pe 1:21. En el uso de este verbo, significa que
fueron «llevados», o «impulsados», por el poder del Espíritu Santo, no actuando
en conformidad con sus propias voluntades, ni expresando sus propios
pensamientos, sino siguiendo la mente de Dios en palabras dadas y ministradas
por él.
II.- Lectura
bíblica-teológica.
Versículo 16. Después de un paseo
general sobre el contexto, de la carta del apóstol Pablo, en este momento nos
asentaremos enfáticamente en el texto. El apóstol continúa en el versículo 16
diciendo:
“Porque no os hemos dado a conocer el poder y la
venida de nuestro Señor Jesucristo siguiendo fábulas artificiosas, sino como
habiendo visto con nuestros propios ojos su majestad”
Ahora bien, Pedro llega al mensaje que había sido su
principal propósito traerle a su pueblo, relativo al " poder y la venida
de nuestro Señor Jesucristo.» Como veremos con toda claridad en lo sucesivo, el
gran propósito de esta carta era recordarles a los creyentes la seguridad de la
Segunda Venida de Jesucristo. Los herejes a los que Pedro ataca ya no creían en ella; se había
retrasado tanto que la gente había empezado a creer que no sucedería nunca.
El objeto de la
predicación de Pedro, lo mismo que la de los otros apóstoles, versaba
principalmente sobre el poder divino y la venida o parusía de nuestro Señor
Jesucristo (v.16). San Pedro en su predicación, que nos ha sido conservada en
el evangelio de Marcos 9:2-13. Acentúa
la venida del Hijo del hombre en el esplendor de su poder. La enseñanza
cristiana acerca de la parusía no está entretejida con fábulas hábilmente
inventadas, como pensaban y enseñaban los falsos doctores.
Pedro le dice a sus
lectores, que el evangelio de Jesucristo, que ellos predican, no es un cuento,
no es fabula; sino que es un testimonio verdadero.
Por si queda alguna
duda, Pedro continua: “no me lo contaron, no es una fabula. Sino que vimos con
nuestros propios ojos, la presencia de Dios”
Versículo 17,18. Pedro nos traslada Marcos 9:2-13, al monte de
la transfiguración. Pedro lo llama al monte Santo.
Para comprender un
poco más sobre esto, es necesario saber que paso en el monte, tal como lo dice
mateo, en el monte alto. La palabra griega para “transfigurado” es
metemorphothe, de la cual sacamos la palabra metamorfosis. Usamos esta palabra para describir el cambio
que ocurre cuando una oruga se convierte en mariposa. El rostro de Jesús ‘resplandeció como el sol,
y sus vestidos fueron blancos como la luz.’
Esto nos recuerda a Moisés en Sinaí.
Después de su encuentro con Dios, la cara de Moisés brillaba tanto que
la gente tenía miedo. Entonces, Moisés
tuvo que usar un velo sobre su cara (Éxodo. 34:29-35). Los discípulos conocen esta historia de
Moisés y pueden ver la conexión. Es posible que Pedro se refiera a esto, cuando
usa la palabra majestad, en el versículo 17. Confirmando así que Jesús, es el
enviado o el Mesías.
Ahora nos preguntamos
¿Por qué Moisés y Elías?
- Representan la ley
(Moisés) y los profetas (Elías), las figuras más importantes del Antiguo
Testamento y las secciones más autoritarias de las Escrituras Hebreas.
Versículo 19. El versículo
comienza: “Tenemos también” con esto Pedro les dice a sus lectores, que no solamente un argumento tiene para
desacreditar a los falsos maestros, sino que está también la palabra profética.
Algo más seguro y
fidedigno que el ser testigo de la Transfiguración es “la palabra profética más
segura.” La Escritura es una luz enfocada sobre la venida del “lucero de la
mañana.” Lo cual muchos falsos profetas como lo dice Pedro en el capítulo 2:1.
Niegan, y hasta se burlan de esto que los apóstoles predican, así nos declara Pedro
en el capitulo 3:4. Diciéndonos: “¿Qué
hubo de esa promesa de su venida? Nuestros padres murieron, y nada ha cambiado
desde el principio de la creación."
Versículo 20,21.
"Los santos
varones de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo"
significa que las Escrituras no vinieron como consecuencia del trabajo creativo
de la propia invención o interpretación de los profetas. Dios inspiró a los que
escribieron, así que su mensaje es auténtico y confiable.
Algunos eruditos
interpretando el versículo 20 dicen: Las palabras de 2 Pedro van dirigidas contra los falsos
doctores, que interpretaban la palabra profética a su modo y a sus
conveniencias.
Pedro continúa diciendo que las escrituras nos
fueron escritas por voluntad humana.
La razón de que la
Sagrada Escritura no puede ser interpretada según la voluntad de cada hombre es
que se trata no de una obra humana, sino de una obra divina. El Espíritu Santo
es el autor principal de la Sagrada Escritura, porque los profetas hablaron
movidos, impulsados, llevados (φερόμενοι) por este Espíritu divino para que dijeran aquello y sólo aquello que él
quería comunicar a los demás hombres. El profeta es el intérprete de Dios, habla
en su nombre, o bien escribe, es como un instrumento en manos de Dios.
Pedro refuta la
teoría de los falsos maestros o profetas, que cuestionaban la parusía del
Mesías.
Bajo dos razones.
1.
Somos
testigos del Poder del Evangelio y de que Jesús vendrá otra vez.
2.
Tenemos
la palabra profética que nos habla de
esto.
Esta sección es una
afirmación rotunda de la inspiración de las Escrituras. Pedro afirma que los
profetas del Antiguo Testamento escribieron el mensaje de Dios, y que él se
pone en la misma categoría de los demás apóstoles porque ellos también
proclamaban la verdad de Dios. La Biblia no es una colección de fábulas ni de
conceptos humanos acerca de Dios. Es en realidad la Palabra de Dios dada por
medio de las personas para las personas.
III.- Bosquejo Homilético.
Introducción: Es una carta para
animar, fortalecer y prevenir a los hermanos sobre los falsos maestro o
profetas.
Tema: Razones para creer en la parousía de
Cristo.
I.- Primera razón: Los apóstoles como
testigos fidedignos.
1.- Los apóstoles fueron testigos Oculares.
2.- Los apóstoles escucharon la
conversación que sostuvieron Jesús, Elías y Moisés. Lucas 9:31.
II.- Segunda razón. La Escritura el
fundamento fidedigno.
1.- Porque es de inspiración Divina.
2.- porque nos habla
de la venida de Cristo y del poder del evangelio.
Conclusión. Pedro confirma el evangelio de Cristo a
través de su testimonio y confirma el evangelio de Cristo a través de la
palabra profética.
Notas
Sobre 2 de Pedro Por Bill
H. Reeves